Somalia y el olvido
La situación de guerra, caos y crisis humanitaria se agudiza en Somalia. Los combates en la capital, Mogadiscio, siguen siendo frecuentes, y salir a la calle se convierte en un riesgo para la vida de sus habitantes. Desde 1995, con la retirada de los cascos azules de la misión especial de Naciones Unidas (UNSOM), la asistencia internacional ha sido mínima, mientras las luchas por el poder entre clanes y señores de la guerra han sido continuas. Los indicadores humanos de Somalia son abrumadores y preocupantes: entre 300.000 y 500.000 muertos, más de un millón de refugiados en otros países, miles de desplazados, una esperanza de vida de 46 años, sólo un 29% de población con acceso al agua potable, un 22,5% de mortalidad infantil, y un índice de alfabetización de los más bajos de África -50% para hombres y 26% para mujeres-. Y para agravar la situación de los civiles somalíes, una epidemia de cólera se extiende por el país desde el pasado mes de marzo.
Médicos sin Fronteras es una de las pocas ONG que mantienen sus proyectos de cooperación en Somalia a pesar de la inseguridad reinante, aunque han tenido que contratar guardas armados para protegerse de posibles robos o secuestros; pero han decidido seguir trabajando sobre el terreno en el campo del ciudado y la prevención sanitarios. MSF nos presenta una exposición virtual, para acercarnos la realidad de Somalia y que no caiga en el olvido.
Médicos sin Fronteras es una de las pocas ONG que mantienen sus proyectos de cooperación en Somalia a pesar de la inseguridad reinante, aunque han tenido que contratar guardas armados para protegerse de posibles robos o secuestros; pero han decidido seguir trabajando sobre el terreno en el campo del ciudado y la prevención sanitarios. MSF nos presenta una exposición virtual, para acercarnos la realidad de Somalia y que no caiga en el olvido.
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