El pescado saharaui que te comes
El que hasta hace unos años era el denominado -y riquísimo- banco de pesca canario-saharaui en el que faena la flota pesquera española -principalmente barcos gallegos y andaluces- es nombrado por el gobierno español como banco marroquí de pesca, en el que gracias a un acuerdo con el rey de Marruecos se permite pescar a nuestros barcos -evidentemente se paga por ello-.
El expolio de los recursos naturales del Sáhara Occidental por parte del reino alauita se hace extensivo, mientras las negociaciones para la solución del conflicto son bloqueadas una y otra vez por la negativa del gobierno marroquí a respetar las resoluciones de Naciones Unidas y a su tesón en no permitir la celebración de un referéndum entre la población saharaui.
Desde 2006, gracias a un acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos, se permite que barcos de la UE pesquen en aguas de Marruecos. Al no haberse indicado claramente en el acuerdo las coordenadas precisas para la aplicación de dicho contrato, Marruecos ha incluído entre sus aguas territoriales aquellas que pertenecen según el derecho internacional a la RASD. El pasado mes de marzo, ante una pregunta planteada por los europarlamentarios Caroline Lucas (Reino Unido), Raül Romeva (España) y Karin Scheele (Austria), la Comisión Europea admitió que hay barcos de países de la Unión Europea pescando en aguas del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos. España, Lituania, Portugal y Reino Unido son presumiblemente los países que pescan en el caladero saharaui; los beneficios de este acuerdo de pesca se los lleva Marruecos.
La Unión Europea debe afrontar la violación del derecho internacional que supone la aceptación de su acuerdo de pesca con Marruecos y, al igual que lo han hecho los gobiernos de Suecia, Noruega, Dinamarca y Australia, debe renunciar a explotar los recursos naturales del Sáhara Occidental mientras no se resuelva el conflicto, a la vez que impulsar un compromiso de aceptación por parte de Marruecos de las resoluciones internacionales y del derecho de autodeterminación.
El expolio de los recursos naturales del Sáhara Occidental por parte del reino alauita se hace extensivo, mientras las negociaciones para la solución del conflicto son bloqueadas una y otra vez por la negativa del gobierno marroquí a respetar las resoluciones de Naciones Unidas y a su tesón en no permitir la celebración de un referéndum entre la población saharaui.
Desde 2006, gracias a un acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos, se permite que barcos de la UE pesquen en aguas de Marruecos. Al no haberse indicado claramente en el acuerdo las coordenadas precisas para la aplicación de dicho contrato, Marruecos ha incluído entre sus aguas territoriales aquellas que pertenecen según el derecho internacional a la RASD. El pasado mes de marzo, ante una pregunta planteada por los europarlamentarios Caroline Lucas (Reino Unido), Raül Romeva (España) y Karin Scheele (Austria), la Comisión Europea admitió que hay barcos de países de la Unión Europea pescando en aguas del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos. España, Lituania, Portugal y Reino Unido son presumiblemente los países que pescan en el caladero saharaui; los beneficios de este acuerdo de pesca se los lleva Marruecos.
La Unión Europea debe afrontar la violación del derecho internacional que supone la aceptación de su acuerdo de pesca con Marruecos y, al igual que lo han hecho los gobiernos de Suecia, Noruega, Dinamarca y Australia, debe renunciar a explotar los recursos naturales del Sáhara Occidental mientras no se resuelva el conflicto, a la vez que impulsar un compromiso de aceptación por parte de Marruecos de las resoluciones internacionales y del derecho de autodeterminación.
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Francisco O. Campillo -