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Literatura

Salón Internacional del Libro Africano

Del 22 al 26 de septiembre, el Puerto de la Cruz (Tenerife) acogerá el Salón Internacional del Libro Africano 2010 (SILA). Durante cinco días, escritores, editores, traductores, gestores culturales, bibliotecarios, libreros y lectores compartirán un espacio común en el que podrán intercambiar perspectivas, y compartir experiencias sobre la literatura africana y sobre África escrita dentro y fuera del continente.

En la amplia programación del SILA se incluyen debates, conferencias, presentaciones de libros, talleres, lecturas colectivas y exposiciones. En la programación paralela se ha organizado un espacio para que los jóvenes se acerquen a la cultura, la realidad social y las tradiciones africanas, así como un club de lectura y cuentacuentos.

 

Sampedro, XXIV Premio Internacional Menéndez Pelayo

Sampedro, XXIV Premio Internacional Menéndez Pelayo

José Luis Sampedro (Barcelona, 1917) ha recibido hoy el XXIV Premio Internacional Menéndez Pelayo en reconocimiento a sus "múltiples aportaciones al pensamiento humano” desde sus facetas de economista, escritor y profesor.

Entre sus obras podemos destacar El río que nos lleva (1962), La sonrisa etrusca (1985), La vieja sirena (1990), El amante lesbiano (2000) y La senda del drago (2006). 

La verdad es que me sigue emocionando leer la literatura de este hombre desgarbado, gran erudito tras un aire tímido y distraído. Tristemente se nos hace mayor, igual que el querido Saramago.

"Para quienes deseamos un sistema menos injusto e inhumano se impone el esfuerzo hacia otra educación, para acelerar de ese modo la evolución social hacia un rumbo aceptable y para preparar a los hombres y mujeres que han de crear un futuro mejor".

J.L. Sampedro. Prólogo de Hacer futuro en las aulas. Barcelona : Intermón Oxfam, 1995

Saramago, gran literato y gran hombre

Saramago, gran literato y gran hombre

16 de noviembre de 1922. Nace, en la pequeña aldea de Azinhaga, José de Sousa Saramago, hijo de campesinos sin tierra. Buen alumno en la escuela primaria, y que sin embargo no pudo continuar estudios medios por falta de recursos económicos. Amante de los libros desde pequeño, su entrada a trabajar en la editorial Estúdios Cor como responsable de producción en los años 50 supuso el establecimiento de contactos y su retorno al mundo de las letras, mundo que no dejaría ya hasta el 18 de junio de 2010, día de su fallecimiento.

Quedamos huérfanos de un excelente escritor y pensador, de un amante de la paz y la interculturalidad, un gran artista y un gran hombre.

Experiencia book

* 23 de abril, Día del Libro

Poesía y humanidad

Llegué y llamé a tu puerta
Llegué y toqué tu corazón
con el fin de obtener un lecho para descansar
y un escaño al lado del buen fuego bienhechor
¿por qué me rechazas?
Ábreme, hermano mío!

¿Por qué preguntarme
a mí si soy de África
si me crié en América
si provengo de Asia
o si nací en Europa?
¡Ábreme, hermano mío!

¿Por qué preguntarme
por el largo de mi nariz
el espesor de mi boca
el colorido de mi piel
o el nombre de mis dioses?
Ábreme, hermano mío!

Ni soy color negro
ni soy pintura roja
ni pigmento amarillo
ni coloración blanca
sino sólo un hombre
Ábreme, hermano mío!

Ábreme tu puerta
descorre tu corazón
porque soy un hombre
el hombre de todos los nacimientos
el hombre de todos los firmamentos
¡Ese hombre que es tu semejanza!

Autor: René Philombé. L’homme qui te ressemble

21 de marzo, Día Internacional de Eliminación de la Discriminación Racial

21 de marzo, Día Mundial de la Poesía

Delibes humano

Despedimos a Miguel Delibes (1920-2010) con un silencio calmado, humano como sus obras, también cansado. Despedimos a este autor curtido, castellano, amante de su tierra, y con un estilo propio inigualable. Podríamos decir que Delibes retrató a los habitantes de la España rural de los años 50 y 60 en su humanidad y su paisaje, de forma única e irrepetible.

“Hay quien dice que podría escribir en cualquier sitio, siempre que tuviera a mano un papel y un lapicero. Dudo mucho que yo lograra concentrarme en un sitio cualquiera con un papel y un lapicero. Para escribir, necesito un espacio no muy amplio, a ser posible arropado por libros y por cuadros, en una mesa que no esté vacía, sino provista de libros y papeles, circundándome. Luego necesito un relativo silencio.

(...) Dentro de ese medio, también necesito un papel, que nunca ha sido de buena calidad, puesto que me acostumbré a escribir en las cuartillas detestables de los periódicos, y en ellas he seguido escribiendo hasta que han desaparecido. Al asemejarse al papel secante, hacían fluir muy bien la tinta de la estilográfica, con trazos gruesos (...) De manera que siempre he escrito y sigo escribiendo a mano (...) y con posterioridad, dado que mi caligrafía es muy mala, ese original lo transcribe a máquina una secretaria que entiende bastante bien mi letra. Finalmente, hago la corrección sobre la novela mecanografiada y no sobre el manuscrito.”

Un río de palabras / Agustín Fernández Paz

Al principio ni siquiera estaba seguro de que se tratase de una buena idea. Se me ocurrió mientras contemplaba uno de esos papeles con anuncios de todo tipo que la gente pega en los lugares más frecuentados. Cualquier persona que viva en una ciudad está harta de verlos, aunque para leer su contenido haya que acercarse bastante a ellos, porque casi siempre están escritos en letra muy pequeña: «Se ofrece señora por horas para cuidar niños». «Sacamos a pasear a tu perro». «Cerrajeros, 24 horas». «Licenciada da clases particulares de Matemáticas»…Es fácil distinguirlos, pues, por la parte inferior, el papel siempre está cortado formando tiras donde aparece el teléfono al que hay que llamar. Yo creía que nadie les hada caso, pero cambié de opinión al observar que, de muchos de ellos, desaparecían casi todos los tiques con los teléfonos a las pocas horas.
 
            Así que entra dentro de la lógica que se me ocurriera algo parecido cuando volví a encontrarme con uno de esos libros que me alborotan el corazón y me devuelven la alegría de vivir. Al acabarlo, me asaltó otra vez el deseo que siempre siento en esos casos: telefonear a los amigos, salir a gritar en medio de la calle, proclamarlo a todo el mundo. Decide a la gente que no puede seguir viviendo sin leer un libro así, hay demasiada belleza en él para ignorado.
  
            La idea se me ocurrió casi espontáneamente. Aún no era del todo consciente de lo que quería hacer, cuando ya estaba delante del ordenador, copiando las primeras líneas de aquella narración que me había tenido absorto en los días anteriores. Lo hice con una letra de cuerpo veinte  y un interlineado generoso, de ningún modo quería que el texto pasase desapercibido entre los otros papeles:
  
“Vine a Comala por que me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría, pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo”
 
                          Juan Rulfo “Pedro Páramo” 1955
  
        Imprimí veinte hojas, en papel de color azul. Después tuve que recortar a mano las tiras de la parte inferior; fue un trabajo laborioso, pero valió la pena. En ellas, en vez del número de teléfono, escribí el título del libro y el nombre de su autor. Si a alguien le interesaba la historia que se escondía detrás de aquellas pocas líneas, allí tenía el hilo que le permitiría entrar en ella y descubrir sus maravillas.
  
            Pegué las hojas por todo el barrio. Como sentía un poco de vergüenza, me levanté temprano y las coloqué de madrugada, antes de acudir al trabajo. Al volver de la oficina, lo primero que hice fue recorrer los lugares donde había dejado los papeles. El corazón se me fue llenando de optimismo a medida que veía cortadas la mayor parte de las tiras. Era más de lo que yo esperaba, la señal inequívoca de que mis mensajes estaban ya en manos de otras personas desconocidas. Animado por el éxito, decidí probar de nuevo. Esta vez elegí las líneas iniciales de uno de esos libros que releo cada cierto tiempo, para revivir de nuevo la emoción tan intensa que sentí la primera vez:
 
“Fue el verano en que el hombre pisó por primera vez la Luna. Yo era muy joven entonces, pero no creía que hubiera futuro. Quería vivir peligrosamente, ir lo más lejos posible y luego ver qué me sucedía cuando llegara allí. Tal y como salieron las cosas casi no lo consigo. Poco a poco, ví como mi dinero iba menguando hasta quedar reducido a cero; perdí el apartamento; acabé viviendo en las calles. De no haber sido por una chica que se llamaba Kitty Wu, probablemente me habría muerto de hambre”
 
                         Paul Auster. “El Palacio de la Luna”
 
            Pronto comprobé que los tiques de mis hojas desaparecían al poco tiempo de distribuidas. ¡El sistema funcionaba!  Seguí colocando nuevos textos cada tres o cuatro días, pues quería dejar el tiempo suficiente para que se pudiera asimilar el efecto que produciría cada uno. Cuando llegué a la décima hoja, decidí hacer algo especial. Elegí un papel de mayor calidad, y tras muchas dudas. seleccioné el comienzo de un libro que me había dejado marcado desde el año, ya distante, en que lo había leído por primera vez:
  
            “Cuando Gregor Samsase despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto. Estaba tumbado sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza, veía un vientre abombado, parduzco, dividido por partes duras en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. Sus muchas patas, ridículamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño, le vibraban desamparadas ante los ojos”
                                   “La metamorfosis” (Franz Kafka, 1915)
  
A la mañana siguiente, cuando salí a colocar mis carteles, descubrí con asombro que alguien había pegado otros semejantes. Sentí una emoción irrefrenable, mayor aún cuando comprobé que aquella anónima persona se había atrevido con la poesía, dándole así una buena lección a todos los que, equivocadamente, afirman que es un género minoritario:
  
Lo dejaría todo.
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
            
                                   Pedro Salinas: “Si me llamaras”.
  
            No solo arranqué una tira, sino que, después de pegar también mis hojas, me mantuve vigilante todo el día, para ver cómo era recibida la nueva propuesta. La recepción que tuvo fue extraordinaria, pues los tiques volaron con mayor rapidez que otras veces. !Me sentía exultante! Ahora sabía que cerca de mí había una persona dispuesta a compartir la emoción que ella también sentía al leer alguno de esos libros que nos iluminan la vida.
 
            Claro que la mayor sorpresa la recibí el lunes siguiente. Cuando me levanté para colocar las hojas de un nuevo texto, me encontré con que las calles aparecían completamente cubiertas de papeles de colores: en las esquinas de las paredes, en las farolas, en las puertas de los comercios, en los semáforos, en la parada del autobús… Todo el barrio estaba inundado de textos magníficos y de tiques que colgaban tentadores bajo ellos, como los frutos maduros de árboles exóticos. No sé si este milagro durará siempre o será solo una pasión de otoño que desaparecerá con la llegada de la lluvia. Pero algo me dice que no es flor de un día, pues hay cosas que, como la bola de nieve que rueda montaña abajo, solo precisan del impulso inicial para que comiencen a crecer. ¿Quién sabe? Quizá esta epidemia se extienda a la ciudad entera, quizá acaben siendo miles las personas que se animen a inundar las calles con ríos de palabras. Y entre ellas, me lo dice el corazón, estará también la mujer que aguardo, ese desconocido amor con quien espero poder compartir todos y cada uno de los días de mi vida.
 
 
Fernández Paz, Agustín. "Un río de palabras". En: Lo único que queda es el amor. Madrid : Anaya, 2007.

Con la obra original en gallego, O único que queda é o amor (Ed. Xerais, 2007), ganó Agustín Paz el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2008.

Marcos Ana, premio René Cassin 2010

Mi casa y mi corazón / Marcos Ana

Si salgo un día a la vida

mi casa no tendrá llaves:

siempre abierta, como el mar,

el sol y el aire.

Que entren la noche y el día,

y la lluvia azul, la tarde,

el rojo pan de la aurora;

La luna, mi dulce amante.

Que la amistad no detenga

sus pasos en mis umbrales,

ni la golondrina el vuelo,

ni el amor sus labios. Nadie.

Mi casa y mi corazón

nunca cerrados: que pasen

los pájaros, los amigos,

el sol y el aire. 

El poeta Fernando Macarro Castillo, conocido por el seudónimo Marcos Ana, recibió ayer el premio René Cassin -redactor principal de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y premio Nobel de la Paz en 1968-, galardón que premia la contribución al entendimiento y la convivencia entre los hombres y la lucha contra la injusticia.

Marcos Ana, que fue condenado en dos ocasiones a la pena de muerte, conmutada finalmente por la cadena perpetua, estuvo encarcelado 22 años -desde los 19 hasta los 41-. El poeta salmantino desea "que nuestros jóvenes sepan lo que pasó en España para que no vuelva a repetirse nunca más", pero cree que "para defender la libertad y el futuro de las nuevas generaciones ese pedazo de Historia no debe utilizarse para llenar el presente de veneno".

 

Función de Amparitxu

Pero tú existes ahí. A mi lado. ¡Tan cerca!
Muerdes una manzana. Y la manzana existe.
Te enfadas. Te ríes. Estás existiendo.

Y abres tanto los ojos que matas en mí el miedo,
y me das la manzana mordida que muerdo.
¡Tan real es lo que vivo, tan falso lo que pienso
que -¡basta!- te beso!
                                 ¡Y al diablo los versos,
y Don Uno, San Equis, y el Ene más Cero!
Estoy vivo todavía gracias a tu amor, mi amor,
y aunque sea un disparate todo existe porque existes,
y si irradias, no hay vacío, ni hay razón para el suicidio,
ni lógica consecuencia. Porque vivo en ti, me vivo,
y otra vez, gracias a ti, vuelvo a sentirme niño.

Gabriel Celaya

Medellín y bibliotecas: espacios de convivencia

Medellín y bibliotecas: espacios de convivencia

El escritor madrileño Alfredo Gómez Cerdá ha ganado el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2009, con su libro Barro de Medellín. Para Camilo y Andrés los días transcurren vagabundeando por las calles de su barrio de Medellín, el mejor lugar del mundo, en el que el enorme edificio de la biblioteca destaca como un gigante de ladrillo. Camilo tiene claro que, cuando sean mayores, dirigirán una banda de ladrones. Pero Andrés no quiere ser ladrón, aunque tiene claro que nunca se separará de su amigo. 

El Sistema de Bibliotecas de Medellín tiene una filosofía enmarcada en los siguientes componentes:

  • Educativo: Fomento del acceso al conocimiento, a la investigación y a la capacitación para la toma de decisiones a partir de la red de información y contenidos de las bibliotecas de la Red.
  • Cultural: Se busca propiciar el reconocimiento de la diversidad, impulsar dinámicas de creación y producción, preservar el patrimonio cultural, y ofrecer espacios de calidad para las manifestaciones artísticas.
  • Social: Promoción y apoyo a la comunidad en la participación y el diálogo, y en el reconocimiento de su identidad, el fortalecimiento del tejido social para la construcción de una ciudadanía democrática, cultural y plural, por medio de los espacios públicos para el encuentro ciudadano

La Red de Bibliotecas Públicas de Medellín está integrada por la Biblioteca Pública Piloto de Medellín y sus cinco filiales, cinco Parques-Biblioteca, ocho Bibliotecas de Cultura Ciudadana y cinco Bibliotecas Populares. Además  está prevista la próxima construcción de otros cinco Parques-Biblioteca que se integrarán en la red.

Los Parques Biblioteca son, además de un lugar de acceso a la información y el conocimiento, un lugar para el aprendizaje y un espacio  de encuentro para las actividades comunitarias y lúdicas.

El pasado mes de septiembre, la Red de Bibliotecas de Medellín recibió el Premio Acceso al Conocimiento 2009, en el marco del Congreso Internacional de IFLA,  otorgado por la Bill & Melinda Gates Foundation , que en esta ocasión premia el uso innovador de las tecnologías en las bibliotecas públicas y la promoción del desarrollo comunitario y la cultura digital. El premio, dotado con un millón de dólares, será invertido en varios aspectos estratégicos: ampliación de los contenidos del portal web de la Red de Bibliotecas, desarrollo de programas de capacitación en tecnologías de la información y la comunicación, digitalización de colecciones patrimoniales del municipio, promoción de  la producción de contenidos locales,  y expansión de los servicios de la Red para contribuir al desarrollo comunitario y la cultura digital.

Fotografía: Parque Biblioteca "León de Greiff" - La Ladera

Baltasar Porcel: quién soy y por qué escribo

"De mi puc dir que sospito que escric a partir d’una consciència panteista ecològica. O sigui, veig l’home, el paisatge, la mort, els efectes de la llum, com un tot en connexió. Diuen i he dit que sóc a voltes força barroc. Però ja escrivia igual quan deien i deia que era força realista: hi ha les passions humanes i els colors i formes de la natura, en els meus escrits. A voltes, mirant el cel de nit, sento l’esfericitat de la Terra, el seu rodar sobre el buit paorós de l’Univers. Una vall dilatada en repòs sota l’atupada del vent, m’emociona més que qualsevol contacte humà. Els homes i els animals —Carme Arnau ha escrit sobre això i Cavalls cap a la fosca— em semblen a voltes d’una semblança inqüestionable: són com nosaltres de petits... I la mort és la matèria en transformació, un drama com el del peix agafat a l’ham. La felicitat sembla un arbre florit, els ametllers en flor sota el sol de febrer..."

"De puedo decir que sospecho que escribo a partir de una conciencia panteísta y ecológica. O sea, veo al hombre, el paisaje, la muerte, los efectos de la luz, como un todo en conexión. Dicen y he dicho que soy en ocasiones bastante barroco. Pero escribía igual cuando decían y decía que era bastante realista: las pasiones humanas y los colores y formas de la naturaleza están en mis escritos. A veces, mirando el cielo por la noche, siento la redondez de la Tierra, girando en el vacío pavoroso del Universo. Un amplio valle en calma sacudido por el viento me emociona más que cualquier contacto humano. Los hombres y los animales —Carme Arnau ha escrito al respecto y Cavalls cap a la fosca [Caballos hacia la noche]— me parecen a veces de un parecido incuestionable: son tan pequeños como nosotros ... Y la muerte es la materia en transformación, un drama como el del pez atrapado en el anzuelo. La felicidad parece un árbol poblado, los almendros en flor bajo el sol de febrero..."

Importante escritor representante de la literatura catalana contemporánea, nacido en Andrax (Mallorca, 1937), autor de novelas, teatro, libros de viajes, artículos periodísticos y cuentos, Premio Sant Jordi 1986 y Premio Nacional de Literatura de la Generalitat de Catalunya en 2002, con una poética propia y una especial visión del mundo mediterráneo, que más allá de la fama se propuso escribir algunas buenas novelas .

La tregua

Son verdes. A veces grises. La estaba mirando, quizá con demasiado detenimiento, y entonces ella me preguntó: "¿Qué tengo, señor?" Qué ridículo que me diga señor. "Tiene la cara tiznada", dije como un cobarde. Se pasó el índice por la mejilla (un gesto suyo bastante característico que le estira el ojo hacia abajo, no le queda bien) y volvió a preguntar: ""¿Y ahora?" "Ahora quedó impecable", contesté, con un poco menos de cobardía. Se sonrojó, y yo pude agregar: "Ahora ya no está impecable, ahora está linda." Creo que se dio cuenta. Creo que ahora sabe que está pasando algo. ¿O lo habrá interpretado como un halago paternal? Me da asco sentirme paternal.

   Mario Benedetti. La tregua.

Nos dejó tanta poesía que he preferido poner en su recuerdo la única novela de él que he leído -dos veces, por cierto- y que siempre tendré en la memoria como la historia del final de una vida que puede tener un comienzo, más bien una tregua en ese declive.

Beirut Capital Mundial del Libro 2009

Beirut Capital Mundial del Libro 2009

Líbano es un pequeño país multicultural, multirreligioso y portador de una historia de gran riqueza. Su capital, Beirut, tiene el honor de haber sido elegida por la UNESCO como Capital Mundial del Libro, poniendo tal entusiasmo en este nombramiento que se han puesto en marcha 70 proyectos relacionados con el libro y la lectura. La diversidad de Beirut y su hermosura nos muestran a esta ciudad queriendo surgir con fuerza de la devastación que sufrió tras la guerra civil entre 1975 y 1990.

Petisme viaja en su poesía

Petisme viaja en su poesía

Acaba de salir a la venta, recién horneado, el nuevo libro de Ángel Petisme, ganador del 7º Premio de Poesía "Claudio Rodríguez". Qué mejor para describirlo que tomar prestadas sus propias palabras:

"Cinta transportadora tiene la apariencia de un libro de viajes íntimo al corazón de ciudades enfermas de miedo, amor o sueño como Bagdad, Berlín, Dakar, Nueva York, Budapest, Jenín, Atenas, Mexico D.F., etc. Pero además es una escritura, siempre en la vanguardia, que rebosa misterio, sexualidad, humor, delicadeza y combate, tempestad y emoción,  cosmopolitismo…Una mirada, literaria y vital, al mundo contemporáneo, limpia y comprometida."

El Quijote saharaui

El Quijote saharaui

"Iba Sancho Panza sobre su jumento como un patriarca, con sus alforjas y bota, con mucho deseo de verse ya gobernador de la ínsula que su amo le había prometido."

Así andaban en su monturas los dos, poco antes de vivir la aventura -más correcto sería llamarla desventura- de los molinos.  Tantos años, siglos ya, desde el nacimiento de esta obra y sigue el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha llenando de prosa y fantasía las biblioteca clásicas y las personales, y ensalzando la lengua castellana allá donde lo leyeran.

También unos escritores saharauis -ese pueblo que, junto al hassanía, intenta mantener vivo en su cultura el castellano- se han puesto manos a la obra y han comenzado a escribir su propio homenaje a esta gran obra de la literatura. Quién sabe, quizá al Quijote le hubiese emocionado cabalgar en Tiris, tierra de pastores, y poetas.

A poem for Gaza / Remi Kanazi

A poem for Gaza / Remi Kanazi

I never knew death until I saw the bombing of a refugee camp
Craters filled with disfigured ankles and splattered torsos
But no sign of a face, the only impression a fading scream
I never understood pain
Until a seven-year-old girl clutched my hand
Stared up at me with soft brown eyes, waiting for answers
But I didn’t have any
I had muted breath and dry pens in my back pocket
That couldn’t fill pages of understanding or resolution

In her other hand she held the key to her grandmother’s house
But I couldn’t unlock the cell that caged her older brothers
They said, we slingshot dreams so the other side will feel our father’s presence
A craftsman
Built homes in areas where no one was building
And when he fell, he was silent
A .50 caliber bullet tore through his neck shredding his vocal cords
Too close to the wall
His hammer must have been a weapon
He must have been a weapon
Encroaching on settlement hills and demographics

So his daughter studies mathematics
Seven explosions times eight bodies
Equals four Congressional resolutions
Seven Apache helicopters times eight Palestinian villages
Equals silence and a second Nakba
Our birthrate minus their birthrate
Equals one sea and 400 villages re-erected
One state plus two peoples…and she can’t stop crying
Never knew revolution or the proper equation
Tears at the paper with her fingertips
Searching for answers
But only has teachers
Looks up to the sky and see stars of David demolishing squalor with hellfire missiles

She thinks back words and memories of his last hug before he turned and fell
Now she pumps dirty water from wells, while settlements divide and conquer
And her father’s killer sits beachfront with European vernacular
She thinks back words, while they think backwards
Of obscene notions and indigenous confusion

This our land!, she said
She’s seven years old
This our land!, she said
And she doesn’t need a history book or a schoolroom teacher
She has these walls, this sky, her refugee camp
She doesn’t know the proper equation
But she sees my dry pens
No longer waiting for my answers
Just holding her grandmother’s key…searching for ink

PD. A veces la rabia y la tristeza crean poesía porque, como decía Gabriel Celaya, es un arma cargada de futuro.

La función del lector

Cuando Lucía Peláez era muy niña, leyó una novela a escondidas. La leyó a pedacitos, noche tras noche, ocultándola bajo la almohada. Ella la había robado de la biblioteca de cedro donde el tío guardaba sus libros preferidos.

Mucho caminó Lucía después, mientras pasaban los años. En busca de fantasmas caminó por los farallones sobre el río Antioquía, y en busca de gente caminó por las calles de las ciudades violentas.

Mucho caminó Lucía, y a lo largo de su viaje iba siempre acompañada por los ecos de los ecos de aquellas lejanas voces que ella había escuchado, con sus ojos, en la infancia.

Lucía no ha vuelto a leer ese libro. Ya no lo reconocería. Tanto lo ha crecido adentro que ahora es otro, ahora es suyo.

GALEANO, Eduardo. El libro de los abrazos.

El desierto como horizonte / Ramón Mayrata

En el horizonte sin raíces del desierto
en este instante la duna es ya otra duna
y el viento con su látigo fustiga la forma
que se rebela en su espalda desnuda.

Donde titubea la arena del desierto
en este instante la duda es ya otra duda.
La fe apenas un puñado de polvo
que en el viento también la espalda curva.

Remolino entregado a los vientos
que jamás se apacigua en forma alguna
en el paisaje incesante del desierto
la esperanza es persistencia de la duna en la duna.

Para nuestra patria / Mahmud Darwish


Para nuestra patria,
Próxima a la palabra divina,
Un techo de nubes.

Para nuestra patria,
Lejana de las cualidades del nombre,
Un mapa de ausencia.

Para nuestra patria,
Pequeña cual grano de sésamo,
Un horizonte celeste... y un abismo oculto.

Para nuestra patria,
Pobre cual ala de perdiz,
Libros sagrados... y una herida en la identidad.

Para nuestra patria,
Con colinas cercadas y desgarradas,
Las emboscadas del nuevo pasado.

Para nuestra patria cautiva,
La libertad de morir consumida de amor.

Piedra preciosa en su noche sangrienta,
Nuestra patria resplandece a lo lejos
E ilumina su entorno...

Pero nosotros en ella
Nos ahogamos sin cesar.

P.D. Mahmud Darwish, nacido en 1941 en Al-Birwa (Galilea) y considerado el poeta nacional palestino, falleció el 9 de agosto en Estados Unidos, tras ser sometido a una intervención quirúrgica a corazón abierto. Para rendirle homenaje, la Casa Árabe (Madrid, C/Alcalá 62) ha organizado una lectura pública de sus poemas, que se celebrará el próximo lunes 6 de octubre a las 19:30 horas.

Guerrero del arco iris

Guerrero del arco iris "Llegará un tiempo en que los pájaros caerán del cielo, los animales de los bosques morirán, el mar se ennegrecerá y los ríos correrán envenenados. En ese tiempo, hombres de todas las razas y pueblos se unirán como guerreros del arco iris para luchar contra la destrucción del planeta." (leyenda de los indios Cree)

Esta es una antigua leyenda; ni que decir tiene que se ha hecho realidad, y el reto de la humanidad es unirse para luchar para salvar el ecosistema terrestre y sus especies. Nuestro clima se resiente de la crueldad generada por el desarrollo industrial y la contaminación. Salvar el planeta fue la razón de ser del Rainbow Warrior, cuya historia nos relata Rocío Martínez en este libro editado por la Editorial Kalandraka y Greenpeace.