Niños sin infancia
Aproximadamente 215 millones de niños y niñas son víctimas del trabajo infantil -según Naciones Unidas-, aunque es difícil establecer una cifra real. Menores de 18 años que son explotados y desprotegidos de sus derechos, obligados en muchos casos a trabajar en ambientes peligrosos, a realizar actividades como el tráfico de drogas y la prostitución; otros son víctimas de esclavitud.
El 12 de junio se celebra el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que hace "un llamamiento sobre el derecho de todos los niños a ser protegidos del trabajo infantil y de otras violaciones de sus derechos humanos fundamentales." En 1999 se adoptó, por la Organización Mundial del Trabajo (OIT), el Convenio 182 sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación, que reconoce que la causa del trabajo infantil es fundamentalmente la pobreza y que, por tanto, la solución a largo plazo reside en la consecución de un crecimiento económico sostenido que consiga un mayor progreso social.
Sin embargo, la situación actual es verdaderamente alarmante. Según datos de la OIT, sigue siendo elevada la cantidad de niños y niñas que trabajan, especialmente en la franja de edad de los 10-14 años, unos 73 millones. Si bien, se desconoce la cantidad de niños menores de 10 años que realizan actividades laborales. Y la contabilización del número de niñas que realizan actividades domésticas a tiempo completo también es muy difícil. En resumen, se trata de actividades de explotación de niños y niñas, sometidos a duras condiciones laborales, y que en la mayoría de los casos no obtienen remuneración alguna por su trabajo.
Los datos ofrecidos por la FAO cifran en 130 millones los niños y niñas entre los 5 y 17 años que trabajan en la agricultura, ganadería, pesca y silvicultura; sector en el que sedesarrolla aproximadamente el 90% de trabajo infantil. Y muchos de estos niños están sometidos a largas jornadas, expuestos a plaguicidas y/o a soportar grandes cargas.
Por otra parte, la creciente urbanización en los países en desarrollo ha dado lugar a que el trabajo infantil se haya extendido a las ciudades, siendo empleados los niños en la industria, el comercio y los servicios.
Los niños obligados a trabajar quedan excluídos del acceso a la educación y de la oportunidad de optar a un desarrollo físico equilibrado, así como se impide el enriquecimiento intelectual y social de un porcentaje importante del futuro de la humanidad.
* Fotografía: Estudiantes en una escuela de la provincia de Banteay Meanchey (Camboya) / PNUD / Chansok Lay
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