Etiopía deja sin voz a los indígenas del Valle del Omo
En julio de 2006, el gobierno de Etiopía firmo un contrato con la empresa italiana Salini para llevar a cabo la construcción de la mayor presa hidroeléctrica del país en el Valle del Omo, denominada Gibe III. Dicha contratación va en contra de la legislación etíope, al no haberse realizado ni una licitación pública ni un estudio independiente de impacto ambiental y social, tampoco los habitantes de la región (un total de ocho tribus, como los mursis, bodis, dassanach y kwegus) han sido consultados.
Actualmente ya se ha construido un tercio de la presa en el Valle del Bajo Omo, que está integrado en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO por su valor arqueológico y geológico, y que además es el hogar de varios pueblos indígenas.
El impacto medioambiental de la construcción de esta presa será gigantesco e irreparable: la reducción drástica del caudal del río Omo supondrá la desertización de gran parte de la zona ribereña, lo que eliminará el bosque existente y supondrá la desaparición de la economía de subsistencia de los pueblos de la zona.
Survival Internacional ha revelado que se están construyendo tres campos de reasentamiento en territorio bodi, mientras los planes del gobierno etíope pasan por quedarse con la mayoría del ganado de las comunidades indígenas. Además, el gobierno ha comenzado la instalación de plantaciones de caña de azúcar en las tierras pertenecientes a las comunidades indígenas, por lo que dichas comunidades verán arrebatado su modo de vida y sus tierras.
* Fotografía: Survival
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Maria José Ruiz Mulero -