Siria se desangra
Tras varios meses de conflicto armado, la situación humanitaria en Siria es alarmante. Frente a la incapacidad de Naciones Unidas de impulsar un acuerdo de alto el fuego que posibilite una salida negociada a la guerra civil que se vive en el país, las bombas y proyectiles se siguen cebando con la población civil siria, especialmente en las zonas controladas por los rebeldes, que el ejército de Al Assad bombardea sin seleccionar objetivos rebeldes y destrozando edificios sin piedad. En ambos bandos, parece que el respeto a los derechos humanos no se cumple; ejecuciones y torturas son habituales, mientras el atroz sonido de los disparos de mortero se extiende por el horizonte.
La asistencia sanitaria en las zonas tomadas por los rebeldes es prácticamente inexistente, con escaso personal sanitario y sin acceso a recursos básicos como agua, electricidad y medicamentos. Sin embargo, Médicos sin Fronteras lleva dos meses prestando asistencia humanitaria en un hospital montado de la nada en una casa abandonada, sin permiso del gobierno sirio, que impide la importación de medicinas; atendiendo hasta ahora a más de 500 personas, en su gran mayoría heridos por explosiones y bombardeos, gracias a donaciones particulares y al apoyo de personal sanitario local, con la incertidumbre de no saber hasta cuándo van a poder seguir con este proyecto de emergencia.
Mientras el conflicto armado se extiende por casi todo el país, llegando incluso al vecino Líbano, son actualmente unos 170.000 los civiles sirios refugiados en los países limítrofes, aunque este número podría llegar a los 200.000, puesto que quedan miles de refugiados sin registrar. Países vecinos ya muestran su preocupación por la dificultad que supone acoger a estos refugiados. El gobierno de Turquía ya ha advertido a Naciones Unidas que sólo puede acoger en su territorio a 100.000 sirios -actualmente ha acogido a 70.000-; una avalancha que no cesa por el recrudecimiento de los combates en la región de Alepo. Por otra parte, China ha anunciado el envío de ayuda humanitaria por valor de 3,7 millones de euros a los refugiados en Jordania y Líbano.
* fotografía /ACNUR: Refugiados sirios en el campo de Za’tari (Jordania)
0 comentarios