El Parlamento Europeo opta por la legalidad en temas de pesca
Hoy se ha producido en el Parlamento Europeo una votación en la que se ha rechazado la prórroga del acuerdo de pesca de la Unión Europea con Marruecos, que de forma provisional estaba establecido hasta febrero de 2012. A partir de la votación, la resolución de la Eurocámara no es sólo no renovar el acuerdo provisional vigente sino paralizar de forma inmediata la prórroga actual. De este modo, la flota pesquera de la UE -en su mayoría española- debe dejar de faenar en las aguas territoriales marroquíes. Y en este último aspecto está una de las claves de las reivindicaciones de diversos grupos ecologistas y organizaciones no gubernamentales: paralizar el acuerdo de pesca UE-Marruecos por estar incluidas en las aguas pesqueras las aguas territoriales pertenecientes al Sáhara Occidental, territorio no autónomo sobre el que Marruecos no tiene la administración. Por otra parte, en dicho acuerdo no se tenían en cuenta las condiciones de sobreexplotación de los recursos pesqueros objetivo del mismo, tal y como indica la siguiente declaración de Los Verdes/ALE:
"Apoyar dicho acuerdo hubiera ido en contra del derecho internacional y hubiera supuesto una bofetada a los derechos del pueblos saharaui. Había tres motivos por los cuales defendimos el voto negativo: el jurídico, el ecológico y el económico. Jurídicamente porque Marruecos estaba negociando con unos recursos que no le pertenecen puesto que las aguas del Sáhara Occidental son de hecho territorio ocupado y por tanto el acuerdo ignora los derechos del pueblo saharaui, violando así el derecho internacional. Ecológicamente porque los acuerdos de pesca deberían realizarse sobre estocs que cuenten con excedentes, mientras que los de aquella zona sufren de sobrepesca. Y económicamente porque la rentabilidad del acuerdo se ha demostrado el peor de los de este tipo y supone un despilfarro para las cuentas europeas.
Por todo ello creo que el voto de hoy corrige una error histórico y sienta un precedente para futuros acuerdos, sea con Marruecos o con otro país, y pone de manifiesto la importancia de los derechos humanos al negociar".
"Apoyar dicho acuerdo hubiera ido en contra del derecho internacional y hubiera supuesto una bofetada a los derechos del pueblos saharaui. Había tres motivos por los cuales defendimos el voto negativo: el jurídico, el ecológico y el económico. Jurídicamente porque Marruecos estaba negociando con unos recursos que no le pertenecen puesto que las aguas del Sáhara Occidental son de hecho territorio ocupado y por tanto el acuerdo ignora los derechos del pueblo saharaui, violando así el derecho internacional. Ecológicamente porque los acuerdos de pesca deberían realizarse sobre estocs que cuenten con excedentes, mientras que los de aquella zona sufren de sobrepesca. Y económicamente porque la rentabilidad del acuerdo se ha demostrado el peor de los de este tipo y supone un despilfarro para las cuentas europeas.
Por todo ello creo que el voto de hoy corrige una error histórico y sienta un precedente para futuros acuerdos, sea con Marruecos o con otro país, y pone de manifiesto la importancia de los derechos humanos al negociar".
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