Haití, desesperanza desde la pobreza

Un año después del terremoto que sacudió Haití, matando a más de 223.000 personas y dejando sin hogar a más de 2 millones de haitianos, la situación catastrófica sigue. La falta de un gobierno estable y la corrupción son en gran parte responsables del escaso avance conseguido en la reconstrucción del país. Por otra parte, la ayuda internacional comprometida no ha llegado en su totalidad, mientras la falta de coordinación entre Naciones Unidas y la administración haitiana provocan la burocratización del proceso de reconstrucción suponiendo una gran pérdida de eficacia y un mal uso de los recursos financieros.

Hasta ahora se calcula que únicamente se han retirado un 10% de los escombros, mientras más de 1 millón de haitianos siguen viviendo bajo tiendas provisionales de lona y plástico, sin acceso a sistemas de saneamiento y con total dependencia de la ayuda exterior. La situación de miseria e inseguridad en los campamentos se ceba especialmente con las mujeres y las niñas, según informa Amnistía Internacional.

El pueblo haitiano necesita de una cooperación internacional a largo plazo, especialmente en educación y sanidad. Los esfuerzos en la reconstrucción de Haití por parte de las agencias internacionales y los gobiernos deben renovarse y reforzarse porque este desafío exige de un esfuerzo moral y ético.