España fabrica bombas de racimo
Quizá no sea una noticia de actualidad, no es novedoso que en España se fabrican bombas de racimo, aunque tal vez sea noticia que el gobierno español pretende seguir fabricándolas, poniendo trabas a un tratado para el que ha costado tantos años, y acciones por parte de organizaciones no gubernamentales y de algunos gobiernos, el que simplemente se plantee su necesidad.
Desde el pasado día 20 de mayo y hasta el día 30, se celebra una conferencia de jefes de
Estado en Dublín en la que se negociará la firma de un tratado internacional para la prohibición de la fabricación, el uso y el almacenamiento de las bombas de racimo.
En España las empresas Expal e Instalaza fabrican bombas de racimo; el ejército español es uno de los clientes, además de que la no transparencia en el comercio de armas impide saber a qué países se exportan. Activistas de Greenpeace han desplegado una pancarta en la fachada de la empresa armamentística Expal, con la imagen de un niño mutilado por las bombas de racimo, que simboliza todas las víctimas inocentes que estas bombas causan por todo el mundo.
Las bombas de racimo cuando son lanzadas se abren desde el aire sueltan –dependiendo del modelo- entre varias decenas y cientos de submuniciones explosivas. Provocan daños desproporcionados en la población civil, ya que no distinguen entre objetivos civiles -el 98% de las víctimas son civiles- y militares, permaneciendo activas mucho tiempo después de la finalización de un conflicto armado. Se calcula que entre un 5% y un 30% de ellas no explotan en el momento del impacto, quedando dispersas por el terreno y actuando durante años como minas antipersona. Este tipo de munición se ha empleado en los grandes conflictos armados desde los años sesenta: Vietnam, Camboya, Afganistán, Kosovo,Irak, Líbano, etc.
Desde el pasado día 20 de mayo y hasta el día 30, se celebra una conferencia de jefes de
Estado en Dublín en la que se negociará la firma de un tratado internacional para la prohibición de la fabricación, el uso y el almacenamiento de las bombas de racimo.
En España las empresas Expal e Instalaza fabrican bombas de racimo; el ejército español es uno de los clientes, además de que la no transparencia en el comercio de armas impide saber a qué países se exportan. Activistas de Greenpeace han desplegado una pancarta en la fachada de la empresa armamentística Expal, con la imagen de un niño mutilado por las bombas de racimo, que simboliza todas las víctimas inocentes que estas bombas causan por todo el mundo.
Las bombas de racimo cuando son lanzadas se abren desde el aire sueltan –dependiendo del modelo- entre varias decenas y cientos de submuniciones explosivas. Provocan daños desproporcionados en la población civil, ya que no distinguen entre objetivos civiles -el 98% de las víctimas son civiles- y militares, permaneciendo activas mucho tiempo después de la finalización de un conflicto armado. Se calcula que entre un 5% y un 30% de ellas no explotan en el momento del impacto, quedando dispersas por el terreno y actuando durante años como minas antipersona. Este tipo de munición se ha empleado en los grandes conflictos armados desde los años sesenta: Vietnam, Camboya, Afganistán, Kosovo,Irak, Líbano, etc.
2 comentarios
fpuga -
Y como todos están en medio de presiones. Lo que debemos hacer es que sientan que no les vamos a consentir no firmar este tratado.
Alex -