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Olvidad@s

El mundo y un retrato

Hace unos minutos leí este poema, y me hizo verme en un espejo lúcido y a veces imposible.


Un retrato /Rodolfo Serrano


Siempre acababa en playas de emoción y de ausencia,
tenía el alma limpia como un niño o un pájaro
y bebía de un verso de azúcar y de lluvia.

Caminaba entre luces sabiendo que la vida
era un suspiro dentro de un viento huracanado
y que siempre podría refugiarse en la noche.


Odiaba los relojes, las guerras y los lunes.
Y en sus manos tenía los surcos y los trigos
y un pequeño unicornio descansando en su palma.

El mundo era difícil. Le dolían las lágrimas
de los niños en fotos que habían ganado el Pulitzer.
Y amaba las películas viejas en blanco y negro.

Nunca supo por qué la paz no estaba nunca
entre los pobres más pobres. Sospechaba
que alguien la había metido en las cuentas corrientes.

Y preguntó en el banco el valor de los besos
para poder pagar con ellos la tristeza.
Pero no consiguió que le dieran un crédito.

Supo entonces que todo tenía un alto precio
y que nunca sería millonario y jamás
podría extender cheques de paz a todo el mundo.

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