El horror de Faluya (Irak)
La situación actual en la ciudad de Faluya -situada en las riberas del Eúfrates, a 69 kilómetros de Bagdad- sigue siendo escalofriante. En esta ciudad, de aproximadamente 300.000 habitantes, se produjeron en 2004 dos grandes enfrentamientos entre los insurgentes y el ejército norteamericano, siendo calificado el segundo de estos enfrentamientos por el cuerpo de marines como la peor batalla urbana desde la de Hue, en Vietnam. El uso de fósforo blanco y la radiación de uranio procedente de los proyectiles de los tanques ha provocado desde entonces una contaminación total de esta zona. Tierra y aire están gravemente contaminados, siendo las consecuencias de ello las graves malformaciones físicas (deformidades genéticas, cambios a nivel celular, deficiencias oculares graves, etc.) que sufren los recién nacidos desde 2004, hasta el punto de que los médicos recomiendan a las mujeres de Faluya que no tengan hijos. Además, la tasa de mortalidad infantil es alta, de 80 niños por cada mil nacimientos.
Por otro lado, siete años después de los asedios de Faluya, en la reconstrucción de la ciudad queda prácticamente todo por hacer. Muchos de los edificios que resultaron dañados o destruidos -aproximadamente el 70% del total- siguen sin repararse; mientras escuelas y mezquitas siguen en estado ruinoso. Únicamente el Hospital General de Faluya parece haber escapado a esta dejadez; terminado en 2008, se trata de un edificio moderno y mayor que el que sustituye. Hasta ahora se han construído unas 6.000 viviendas, mientras la falta de agua potable y la inexistencia de un sistema de alcantarillado es la causa de la aparición de tifus entre la población de Faluya.
Fotografía / Muhannad Fala’ah - Getty Images Europe: 3 hermanos que paden malformaciones congénitas.
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