MOSAW: Miles de Sonrisas Alrededor del Mundo en 80 Meses
Por casualidad, aunque tenía referencias –de esas que en ocasiones te envían tus neuronas porque han leído u oído no se sabe cuándo–, descubrí ayer la web de Biciclown, un proyecto ambicioso y solidario del intrépido viajero Álvaro Neil.
Con el objetivo y la ilusión de repartir sonrisas alrededor del mundo en 80 meses –que lo de la vuelta al mundo en ochenta días de Julio Verne se le quedaría escaso; no hay prisa para hacer reír y sonreír–, nuestro querido biciclown ha recorrido África en bicicleta, desde Marruecos hasta Sudán. Son ya casi 3 años de viaje y 31 los países visitados, con más de 37000 km en sus piernas –en las ruedas de la bicicleta algunos menos–.
Ahora el viento del desierto africano –querido Sáhara– intenta aliarse con su bicicleta para impedirle llegar a su destino; no quiere que se vaya. Pero con tesón, Álvaro Neil llega a la caótica y ruidosa ciudad de El Cairo.
En estos meses de travesía, le han acogido como “su huésped” numerosos habitantes del continente africano, que han compartido con Álvaro lo poco que podían ofrecerle –el té tradicional, la escasa agua, un lugar donde dormir–; lo mejor, su sonrisa, se la regalan.
PD. La única pega al proyecto de biciclown, el diseño de su web que no es demasiado amigable.
Con el objetivo y la ilusión de repartir sonrisas alrededor del mundo en 80 meses –que lo de la vuelta al mundo en ochenta días de Julio Verne se le quedaría escaso; no hay prisa para hacer reír y sonreír–, nuestro querido biciclown ha recorrido África en bicicleta, desde Marruecos hasta Sudán. Son ya casi 3 años de viaje y 31 los países visitados, con más de 37000 km en sus piernas –en las ruedas de la bicicleta algunos menos–.
Ahora el viento del desierto africano –querido Sáhara– intenta aliarse con su bicicleta para impedirle llegar a su destino; no quiere que se vaya. Pero con tesón, Álvaro Neil llega a la caótica y ruidosa ciudad de El Cairo.
En estos meses de travesía, le han acogido como “su huésped” numerosos habitantes del continente africano, que han compartido con Álvaro lo poco que podían ofrecerle –el té tradicional, la escasa agua, un lugar donde dormir–; lo mejor, su sonrisa, se la regalan.
PD. La única pega al proyecto de biciclown, el diseño de su web que no es demasiado amigable.
2 comentarios
Fernando -
Un saludo
Marcos Cruz -