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Biblioterapia

Biblioterapia

La Biblioterapia es una ciencia en la que participan diversos profesionales: bibliotecarios, educadores, psicólogos, psiquiatras y terapeutas trabajando en forma conjunta. El personal bibliotecario actuaría como asistente del profesional de la salud.

La biblioterapia puede utilizarse sola o asociada a un conjunto de técnicas terapéuticas. Además puede realizarse de forma individual o en grupo. La biblioterapia es una actividad interdisciplinar, que puede ayudar a afrontar la realidad a aquellos individuos que pasan por una situación adversa.

Por un lado está la Biblioterapia Clínica, para ayudar en el tratamiento de enfermedades -incluidas las enfermedades propias de la edad, especialmente útil en centros de tercera edad y centros de día-  y discapacidades.

Y por otro lado, la Biblioterapia Preventiva, para ayudar a prevenir problemas de salud y de comportamiento. También la biblioterapia es útil en los problemas cotidianos: depresión, ansiedad, crisis de la jubilación, neurosis y baja autoestima causadas por situaciones de desempleo.

En general, la biblioterapia puede resultar útil para cualquier persona que necesite una orientación psicológica para afrontar algún problema en su vida familiar, social y laboral – por ejemplo: relaciones de pareja, autoestima, estrés, duelo-.

Clarice Fortkamp Caldin (2001) definió la biblioterapia como “lectura dirigida y discusión en grupo, que favorece la interacción entre las personas, llevándolas a expresar sus sentimientos: los recelos, las angustias y los deseos. De esta forma, el hombre no está más solo para resolver sus problemas, él los comparte con sus semejantes, en un intercambio de experiencias y valores”.

La biblioterapia puede ser una actividad a realizar en diferentes servicios bibliotecarios:

  • Bibliotecas de hospitales: Durante la hospitalización de un niño la lectura tiene un efecto complementario del tratamiento médico. Los niños hospitalizados no pueden decidir sobre su tratamiento pero sí puede elegir que leer o que les lean. De este modo pueden ser protagonistas y tomar decisiones. Y esto les alegra y ayuda a afrontar las circunstancias que la enfermedad les obliga a vivir. En el caso de los niños con cáncer, se ha comprobado que la biblioterapia –y la lectura en general- mejoran su autoestima. También las personas que afrontan la enfermedad de un familiar y los profesionales de la salud que viven a diario la tensión y el estrés pueden beneficiarse de la lectura terapéutica. 

Por tanto, debe haber una “biblioteca para los pacientes” junto a la biblioteca especializada en Salud, y que se debe organizar de acuerdo con las pautas de la IFLA. Puede ser un fondo complementario multidisciplinar ubicado en un anexo de la biblioteca de hospital, o un local separado, que estará a disposición de los usuarios potenciales (enfermos, familiares de pacientes y personal), y que contará con profesionales bibliotecarios especializados.

  • Bibliotecas de prisiones: En las prisiones se ha demostrado que las actividades de lectura en grupo mejoran las pautas de comportamiento y reducen los conflictos entre los reclusos. La dificultad, generalmente impuesta por la legislación y por la propia Administración, para disponer en las prisiones de personal bibliotecario que dirija un servicio de lectura, provoca en la mayoría de los casos que sean mínimas las actividades culturales que se realizan en torno a la biblioteca en las cárceles españolas. La biblioterapia en los centros penitenciarios ayuda al crecimiento personal del individuo que está sufriendo por estar privado de libertad; hecho que puede provocarle enfermedades psíquicas y emocionales, además que en muchos casos la población reclusa sufre adiciones y otras enfermedades que dificultan enormemente su inserción social.
  • Bibliotecas escolares: La biblioterapia es útil como complemento en el ámbito educativo, para ayudar en la resolución de: problemas de conducta, dificultades de integración en el ámbito escolar, conflictos entre los alumnos, dificultades de comprensión de diferentes realidades por parte de los alumnos (dislexia, TDAH, Síndrome de Down, etc.)
  • Bibliotecas públicas: Los documentos utilizados en biblioterapia no suelen haber sido creados intencionadamente con un fin terapéutico. Se puede trabajar en forma individual o grupal. Pero siempre hay que tener en cuenta la edad de los participantes, y sus intereses personales y grupales. Los usuarios de las bibliotecas públicas constituyen una población heterogénea, que también es potencialmente objetivo para la aplicación de la biblioterapia: inmigrantes con necesidades de integración social e inmersión lingüística, desempleados, ancianos, etc., y en general cualquier persona que puede encontrar en la biblioterapia beneficios para afrontar su vida diaria.

 

¿Y por qué la lectura es terapéutica?

En la biblioterapia se considera el libro como un recurso terapéutico, y por extensión cualquier formato documental (música, películas, etc.).

-          Ayuda en la curación “de dentro hacia afuera” y fomenta la independencia del paciente y su papel activo (“yo me sano”).

-          Proporciona situaciones y recursos que son útiles para el crecimiento de la persona y  para su desarrollo personal; especialmente cuando la actividad se desarrolla en grupo.

Por tanto, recetamos –y también nos “automedicamos”- lectura, individual y en grupo.

* Artículo original publicado en Inqnable.

2 comentarios

Jaime -

Hablando de bibliotecas...

http://www.ultimocero.com/articulo/educaci%C3%B3n-dice-no-tener-dinero-para-libros-pero-s%C3%AD-para-burladeros

#MarcaEspaña

Jaime -

Interesante, muy interesante... Agradecido.

Medio pan y un libro para tod@s.